viernes, 26 de mayo de 2017

La Normalización (Urnas, Estelades...)

Es curioso que algunas cosas que se dan por normales, lógicas y naturales sean vistas por otros como algo tendencioso, ilegal y anti-todo. Esta semana se aprecia en España un poco de ese efecto normalizador, aunque sea pasajero o simplemente retorico. Por un lado oímos decir a Pablo Iglesias líder de Podemos, que respalda la celebración de la consulta unilateral sobre la independencia de Catalunya en septiembre u octubre próximos, aunque no le otorga carácter vinculante por no haber sido acordada con el Estado. Si bien el dirigente morado definió el referéndum unilateral como una “movilización legítima”, en línea con la dirección catalana de Podemos, que llama a participar. Iglesias avisa al PSOE de que exigirá el referéndum para un posible pacto. La normalización, si mañana no cambian de parecer, sobre la demanda de la casi totalidad de los catalanes y la causa soberanista, es posible.

A esta cita coordinada por la Delegación del Gobierno de Madrid asistieron representantes de la Federación Española de Fútbol –organizadora del partido–, de la Casa Real, de los clubes, de la Policía Nacional, la Local, Samur, Bomberos y Cruz Roja. Y sorpresa normalizadora, en la reunión no se habló de esteladas en ningún momento. Por lo que este año no han sido motivo de debate, a diferencia del anterior, se entiende que “no hay problema”, según fuentes de la federación, “y quien llegue al estadio con esta enseña no autorizada se expone al criterio del control a la entrada, pero no hay determinación oficial respecto a su uso”. Hay que recordar que la prohibición provocó  la indignación del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que anunció que no acudiría a la final mientras se mantuviera el veto. Y que el Barça, que fue multado por la UEFA por la exhibición de estelades, mostró también el “desacuerdo más absoluto, por considerar que era un atentado a la libertad de expresión”.

Tubo que ser el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 11 de Madrid quien decidió que los aficionados pudiesen llevar la estelada en contra del criterio de la Policía y de la Fiscalía, que defendía la medida ordenada al no apreciar la existencia de un “perjuicio irreparable” si se mantenía la prohibición. Dentro de un acto de normalización democrática el juez estimó en un auto que podían ser, “portadas y exhibidas al considerar que no incitan a la violencia y su exhibición está amparada por la libertad ideológica, por lo que prohibirlas acarrearía un daño irreparable, al impedir expresar de forma pacífica una ideología política”. No se le pueden poner puertas al campo. Cuesta que la catalanofobia permita iluminar a todos a la misma velocidad e intensidad. Pero cuando el goteo de normalización cae por su propio peso, da más razón a los que opinan que es una oportunidad histórica para solucionar el 'conflicto catalan' de una vez por todas.

Por otro lado tenemos la final de Copa donde participa el Barcelona como finalista. En las últimas finales de Copa donde ha participado el Barça, además de la sonora pitada al himno español suele sumarse la manifestación identitaria de la estelada. En 2016, hace ahora un año, la Delegación del Gobierno en Madrid decidió impedir la exhibición de banderas esteladas en la final de la Copa del Rey entre el Barça y el Sevilla en el Calderón, idéntico escenario de este sábado, donde ahora solo cambia el rival, el Alavés. Pero después de la campañas de guerra sucia en todos los ambitos contra esa manifestación democrática, en las diferentes jornadas futboleras en que se hacía uso de las mismas, (al contrario de las banderas preconstitucionales que se ondean día sí, día también, sin ninguna cortapisa), parece que también habrá luz para iluminar a los intransigentes. Este año las esteladasno ha sido motivo de debate entre las instituciones gubernamentales y deportivas reunidas para abordar los detalles de la gran cita del fútbol copero, el último duelo de la Copa del Rey, en el Vicente Calderón. A diferencia de 2016, cuando en el encuentro para abordar la seguridad de la final los representantes del Barcelona se ausentaron, esta vez todo discurrió con normalidad.