viernes, 10 de febrero de 2017

2.305.290 culpables


Semana histórica. Con unas pocas pinceladas, bastará. Empezando por el final. Porque el fiscal Emilio Sánchez Ulled sobre el juicio del 9N ha convertido su informe final en un discurso puramente político. Negando categóricamente eso, que se trata de un juicio político. “Aquí no se está enjuiciando la voluntad popular. No se está juzgando ni persiguiendo la democracia”, ha aseverado. ¿Entonces por qué se excusa judicialmente sobre ello?

Otra reflexión de este fiscal dirigiéndose a Artur Mas, “Este juicio también es democracia. Porque la democracia es muchas más cosas de las que se han dicho aquí. No es solo votar”, ha matizado ¿Pero hay realmente algo más democrático que las urnas?
Apelar reiteradamente a la democracia por parte del fiscal, para justificarse, o para ‘liberarse’ moralmente de la carga de la conciencia, responde más a política que a justicia.¿O acaso hay ‘otra democracia’ que se nos escapa?

Si jurídicamente había un culpable en todo esto, son los que cometimos la ‘ilegalidad’ de votar el 9N en ese "proceso de participación" histórica. Eso es democracia. Los culpables somos esas 2.305.290 personas, que en esa jornada incumplimos la ley para los 'demócratas' del Tribunal Constitucional.
                             

 Al igual que criminalizar en este juicio a las personas concerniente a los más de 1.300 colegios de toda Cataluña que estuvieron abiertos ‘impunemente’ contra esa ‘otra democracia’. Cuando justamente la participación de la ciudadanía fue la auténtica democracia ganadora de todo ello. Esa victoria no gusta a la ‘otra democracia’. Da vergüenza ajena haber seguido este juicio, pero no se esperaba menos.

Lo que debe preocupar a ‘la otra democracia’ sobre la independencia de Catalunya es lo que asegura la agencia de calificación de riesgo  Moodys, que expone de manera indirecta, que la independencia de Catalunya debería ser pactada con el Estado para evitar que el nuevo país se declare en 'default' (es decir, no reconocer la deuda a nombre de España). Pueden llevarla a los tribunales si creen que es anticonstitucional también.

A todo esto, Mariano Rajoy haciendo de interlocutor de Donald Trump en Europa, América Latina y también en el Norte de África y Oriente Medio", según dijo La Moncloa. Tras la charla telefónica, se da por hecho que con traductor, una posible conclusión es: hay que levantar un muro en Catalunya, que pagaran los andaluces…

JL Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado