viernes, 29 de abril de 2016

Colau colapsa la Casa de la Ciutat

 
 
A principios de esta semana hemos presenciado que la gobernabilidad en el ayuntamiento de Barcelona es casi imposible. Si buscamos los motivos se pueden barajar varias conclusiones, pero si buscamos un único responsable, porque además va en el cargo, ese recae en el máximo mandatario del partido que gobierna el consistorio que no es otra que la alcaldesa  Ada Colau Ballano. Esta exactivista social y alcaldesa de Barcelona desde 2015, ha encajado el golpe más duro de su corta experiencia política.
                                                            
La mestressa o responsable de la Casa de la Ciutat de Barcelona se ha visto forzada a suspender en el último momento, el pleno en el que pretendía aprobar su modificación presupuestaria para evitar una derrota televisada a manos de la CUP. Los de la organización política asamblearia, no cedieron a la intensa presión ejercida por Barcelona en Comú (BComú) desde que la semana anterior anunciaran su no rotundo a los presupuestos y el gobierno municipal ha tenido que claudicar por falta de apoyos, ya que su intento desesperado por conseguir la abstención de Ciutadans tampoco fructificó.
 
                                            

 Esta situación deja en muy mal lugar a Ada Colau, que parece perdida y abandonada en el interior del ayuntamiento. Quizás le viene políticamente grande la casa, o lo que aún es peor, se le está cayendo encima. Casi todos los partidos de la oposición en masa han criticado la incapacidad del partido de la alcaldesa para lograr un mínimo consenso. Que la culpan de estar colapsando el municipio de la capital. Incluso Alfred Bosch, que escenificó el jueves pasado el sí de ERC, sostuvo una dura reflexión asegurando que "Estamos estupefactos, llevamos meses hablando de presupuestos, no sé hasta qué punto son conscientes de que nos jugamos Barcelona", reclamando "responsabilidad y negociar hasta la extenuación".

Pero es que el resto de las los líderes políticos han ido por esa línea. Esta incansable exactivista que mantuvo un pulso con los estamentos financieros del país dando apoyo a los que estaban en situación de desalojo forzoso de sus viviendas, puede vivir en sus carnes esa situación en la casa consistorial. Si el ambiente de nula gobernabilidad se enquista en Barcelona, especialmente cuando se habla de cuentas, no habrá más salida que el infecto desahucio. Ya comenta el directe, la pésima coyuntura de la gestión, que está provocando salidas de tono y no favorecen a ayudar la cada vez peor imagen de la alcaldesa. Veremos si hay alguna PAH que sale en su rescate…

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado     

viernes, 22 de abril de 2016

“46” con Filtro

 
Semana de encuentro entre el presidente en funciones del Gobierno central, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Carles Puigdemont. Las posturas estaban claras entre ambos, no era necesaria esa reunión, aunque el dialogo y más en la política es fundamental. Lo significativo es que ha hecho en claro clima de precampaña. Quizás reunirse ahora ha sido como predicar en el desierto. El propio president se ha marchado con la sensación de que habrá que ir otra vez a las urnas el 26 de junio. Todo sigue igual.
 
El líder del PP empezó este miércoles por agradecer la recomposición de la comunicación personal e institucional y tuvo con Puigdemont varios detalles. Le regaló un facsímil de una edición de El Quijote en su viaje a Barcelona, descubre el mar y recupera la cordura. Estuvieron más de dos horas a solas, charlando de todo en el salón Tapies donde el presidente recibe a las máximas autoridades y luego compareció ante la prensa, algo que no hace cuando recibe a otros presidentes autonómicos. Rajoy llevaba más de un mes sin dar una rueda de prensa. Puigdemont lo hizo desde la sede del Govern en Madrid, donde explicó que ha entregado a Rajoy un documento con 46 reclamaciones, arrancando por la celebración de un referéndum vinculante en Cataluña que dé respuesta política a un mandato democrático.     

 Suponiendo irónicamente que esas 46 peticiones, que me evocan aquella marca de cigarros marca -“46” con Filtro- que fumaba mi padre, no pasen por el TC para 'filtrarlas' y ningunearlas de nuevo, el documento, que supera en 23 los puntos que entregó el anterior President Artur Mas a Rajoy en verano de 2014, hay medidas sobre políticas sociales, política fiscal y financiera y un amplio capítulo sobre lo que el Carles Puigdemont denomina "incumplimientos del Estado con Cataluña, invasión de competencias autonómicas e interferencias en la acción de gobierno".
 
                                 
                                                              
 Fundamentalmente Puigdemont expuso a Rajoy su firme convicción de llevar a Cataluña a las puertas de la independencia. Persistiendo en ese tema: “Quería que lo supiera por mí mismo, que no se lo explique nadie, que supiera que estoy comprometido con el mandato democrático del Parlament, en el que por primera vez hay una mayoría independentista”. Para dejar constancia escrita de ese objetivo independentista, el President también le entregó a Rajoy la parte del discurso de investidura del pasado 10 de enero en el que relataba ese compromiso secesionista.

Puigdemont también estuvo de acuerdo en dejar la puerta abierta al diálogo: “Nunca nos levantaremos de la mesa y si durante ese camino hacia la independencia el Gobierno entiende que nos puede hacer una oferta para negociar la consulta, la escucharemos y estamos dispuestos a hablar”. Enfatizando que la querella contra Mas y dos consejeros delGovern por la consulta del 9-N fue un error, reclamando que no se siga por esa vía, como la de recurrir la ley catalana de 2015 sobre emergencia habitacional y pobreza energética. A ver cuantas se cumplirán…

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació
El Comunicado

viernes, 15 de abril de 2016

Ignorancia histórica e hipocresía


Semana de historia reciente. De historia viva. Este pasado jueves se conmemorado una de las efemérides más importantes de la historia contemporánea de España, la proclamación de la Segunda República Española. El resultado de las elecciones del 12 de abril de 1931 dio la victoria a las fuerzas republicanas en la mayoría de las grandes ciudades, y adquirió de este modo un carácter de plebiscito contra la monarquía. Ante esta situación, el rey Alfonso XIII renunció a la Corona, abandonó España y el 14 de abril se proclamó la República. El nuevo régimen se mostraba, a los ojos de gran parte de la población española, como una oportunidad para democratizar y modernizar el Estado mediante un amplio programa de reformas económicas y sociales.

 
Para conmemorar el Día de la República, varios consistorios españoles han colgado este jueves la enseña tricolor, con lo que se ha chocado con el repudio del Ejecutivo central y del PP. La Comunidad Valenciana se ha llevado la palma en el capítulo de tensiones con Madrid. La Delegación del Gobierno ha enviado un requerimiento a los consistorios de Xirivella, Puçol, Alzira y Sumacàrcer, entre otros, instándoles a replegar la bandera republicana de sus fachadas por contravenir la Constitución y porque  "es una provocación, fomenta la polémica de división y confrontación, abre viejas heridas y fantasmas y es una demostración más del sectarismo con el que gobiernan algunos dirigentes políticos", según se ha quejado el delegado autonómico del gobierno, Juan Carlos Moragues.
                                                
No quiero hacer periodismo de interpretación, y no hay que ser republicano, pero cada vez que oigo hablar de “provocación” cuando se habla sobre algo legítimo y en cambio no se hace sobre el golpe de estado y el alzamiento que vino después, es tergiversar la historia y la verdad, pecar de ignorancia histórica o ser un hipócrita en la política. O todo a la vez. Donde se ha ‘utilizado’ la justicia y nunca mejor dicho, para obligar a arriar banderas por todo el territorio nacional. La cantinela de siempre. Por ejemplo en Cádiz, donde la bajada de la bandera de la II República precipitadamente no ha empañado un acto con una carga enorme de emotividad por parte, en especial, de los familiares de los ediles gaditanos asesinados por los golpistas que han apreciado que, aunque llegue tarde, este homenaje por parte de sus homólogos en 2016 es de justicia.

Absolutamente nadie puede molestarse con actos democráticos en defensa de un hecho histórico que fue reconocido y avalado por unos resultados electorales. Donde en Madrid, los concejales republicanos triplicaban a los monárquicos, y en Barcelona los cuadruplicaban. Porque tampoco ha gustado al dirigente conservador que el Ayuntamiento de Valencia haya colocado una pancarta que conmemora la designación de la ciudad como capital republicana entre 1936 y 1937. Cualquier acto que sirva para demostrar que se tiene espíritu democrático sea actual o histórico debe ser visto con serenidad. O es que quizás tampoco sabe lo que significa esa palabra. Se la recordaremos: Sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes. Una cosa es que España se haya convertido en el cortijo de unos pocos y otra que vean fantasmas dentro de él. Bueno, rectifico. Cortijos o castillos pocos, fantasmas…

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i la Comunicació
El Comunicado

viernes, 8 de abril de 2016

Estado de coerción

 
El Estado está desbocado. El gobierno del PP desquiciado. Esta semana, una vez más, su ministro de Hacienda Cristóbal Montoro nos ofrece de su puño y letra lo que un Estado centralista, con una pésima gestión en cualquiera de sus ministerios, puede hacer cuando le vienen mal dadas. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reprobado al ministro las decisiones que está tomando en materia de control del gasto de las comunidades autónomas y lo ha acusado de tener una conducta que pone en riesgo el crecimiento social y económico de Cataluña. "Cataluña está en riesgo y eso tiene un nombre y un apellido, Cristóbal Montoro", ha afirmado el president Puigdemont en la clausura del XV Congreso de la Unión General de Trabajadores (UGT) de Cataluña.

EL vicepresident económico del Govern Oriol Junqueras, culpa abiertamente a Montoro de "cargar siempre contra los ciudadanos" y le ha advertido de que "no podemos cerrar un hospital, ni escuelas ni servicios sociales ni lo haremos".  El líder de ERC sostiene, además, que las exigencias de Hacienda "son inaplicables".
 
La situación es la que es. Por lo que Puigdemont ha manifestado que las actuaciones del ministerio de Hacienda sobre el control del gasto de las comunidades autónomas no es el comportamiento de una persona sino de un sistema que pone en riesgo a todas las comunidades que están asfixiadas por unas medidas impuestas e inaceptables.

Si la Generalitat se niega a cumplir ese acuerdo, Montoro puede llevar a la práctica la amenaza de adoptar medidas coercitivas que dejó escrita en su carta. Es deplorable que un Estado que dice ser democrático haga siquiera mención de medidas de ese tipo que en general, se sustentan en la imposición de una sanción más que en la utilización de la propia violencia. Sin embargo, en última instancia se termina recurriendo a ejercer la fuerza cuando no se puede aplicar sanción, ya sea porque el sancionado se niega a su cumplimiento o por cualquier otro motivo de seguridad o prevención. Que parecen más medidas de un Estado de coacción.
 
       
 
El President Puigdemont ha manifestado que Cataluña no tiene ningún problema con las personas, con los ciudadanos del Estado español, sino con un gobierno que actúa de forma inaceptable. A la vez que ha hace mención que ha establecido contacto telefónico con los representantes del resto de autonomías españolas. Hablando con los presidentes de Aragón, Baleares, Comunidad Valenciana, Extremadura y Andalucía, para trasmitirles que Cataluña está al lado de sus ciudadanos. Para darles su apoyo y colaboración y hacer frente a esa norma injusta de reducción del déficit que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, exige a las comunidades.

A la vez que alentar a que una Cataluña que pueda disponer de las herramientas necesarias para legislar, de estructuras de Estado, podrá luchar contra la pobreza, combatir la precariedad laboral, sentar las bases de un modelo productivo y unas relaciones laborales de futuro con un tejido industrial que genere empleo de calidad, sin estar pendientes de este Estado de “coerción”, ¿o era “coacción”?...

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado     

viernes, 1 de abril de 2016

La solución: Tributs de Catalunya

Una más del gobierno. Pero esta tiene solución, diríase que hasta fácil y rápida solución, si se tienen las miras y el objetivo bien definidos. El ministro de Hacienda Cristóbal Montoro ha criticado a Catalunya por haber superado el objetivo de déficit permitido. El president de la Generalitat, Carles Puigdemont las tilda como claras amenazas para Catalunya. Y resalta dejando como muestra un botón, que la gestión de los ayuntamientos que forman parte de la AMI, Asociación de Municipios por la Independencia, “genera superávit”. Añadiendo que el Estado conoce hasta el último céntimo del gasto intervenido de la Generalitat.

La huida hacia delante de Montoro no hace más que dejarle en evidencia. El Estado español es el responsable directo de tener un agujero el doble de grande del que generan las autonomías, según Puigdemont. El ministro de hacienda culpa a las comunidades autónomas del exceso de déficit. Y como no Catalunya es especialmente la peor, cerrando la mayor desviación el pasado año. Así el ministro no tiene reparo en apremiar a los responsables del govern de la Generalitat a llevar a cabo una gestión más rigurosa y eficaz. Dejando constar que el déficit es debido a la intranquilidad de la Generalitat por la convocatoria electoral del 27S.
                             
EL Cap del Govern no ha tardado en replicar, aseverando que a pesar de estas amenazas, estas graves palabras, añaden una innecesaria tensión en la gestión de las competencias que van directamente a la ciudadanía, por eso la Generalitat está al lado de las personas. Ha venido más o menos a decir. Añadiendo que el gobierno catalán hará unos “Presupuestos Sociales”. El President ha rematado diciendo que el problema del déficit que Montoro inculpa a Catalunya es fácil de solucionar, que Catalunya gestione todos los tributos. Reclamando: “Que el señor Montoro nos dé la capacidad de recaptar todos los impuestos y se le acabaran los problemas.”

Si alguien duda de la necesidad de apremiar y encomiar la próxima apertura de las nuevas oficinas de Tributs de Catalunya, la red tributaria con ventanilla única que la Generalitat y las diputaciones catalanas crearon en 2014 como embrión de la 'Hacienda propia', no quieren solucionar el tema del déficit, entre otros. Para encauzar los problemas que señor Montoro discute, Catalunya dispondrá a partir del 2 mayo de 142 oficinas en todo su territorio, frente a las 53 que tiene en la actualidad. El vicepresident i responsable de economía del govern, Oriol Junqueras, ha señalado que “en 2017, la Generalitat estará liquidando impuestos y haciendo el cobro ejecutivo". Tema resuelto y rápida solución al problema...

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado